En un principio se esperaba, ocurriera una colisión con el Planeta Rojo, ahora la NASA tiene a toda su flota de telescopios espaciales lista para estudiar el evento. Los astrónomos, pendientes desde la Tierra del encuentro de este cometa con el planeta rojo, algo, nunca antes observado.
Sistema Solar.-
En enero del año pasado, al descubrir al cometa Siding Spring y hacer los primeros cálculos de su trayectoria, los astrónomos quedaron boquiabiertos, pues el astro iba directo a Marte.
El 19 de octubre, el planeta y el cometa coincidirían a la misma hora en un mismo punto de sus órbitas. A la espera de afinar los cálculos de la trayectoria del cometa, que aún tenían un amplio margen de error, la colisión parecía probable. Todo un espectáculo que los dos todoterreno y los siete satélites que las agencias espaciales tienen en Marte iban a poder observar desde la primera fila.
Los cálculos realizados en las semanas siguientes, a medida que se obtuvieron más datos sobre la posición del cometa que abarcaban un periodo más largo de tiempo, permitieron calcular la trayectoria con más precisión.
Con cada nuevo dato, la posibilidad de una colisión se volvió cada vez más remota y acabó por descartarse por completo. Siding Spring, concluyeron los astrónomos, no dará en el rojo. Pero el paso del cometa junto a Marte sigue ofreciendo una magnífica oportunidad para investigarlo.
"Es un regalo científico", dijo John Grunsfeld, director adjunto de ciencia de la NASA, en un comunicado. "Este cometa no ha entrado nunca antes en el sistema solar interior, por lo que aportará nuevos datos sobre los primeros días de nuestro sistema solar".
Según los últimos cálculos de la trayectoria, el cometa pasará mañana a las 13:27 horas (tiempo del centro de México) a unos 139.000 kilómetros de la superficie de Marte. Aunque esta distancia pueda parecer un abismo a escala humana, es apenas un suspiro a escala cósmica. Equivale a poco más de un tercio de la distancia de la Tierra a la Luna.
"Este cometa aparece tan cerca de Marte que, si lo pusiéramos en nuestro sistema, su cola se extendería desde la Tierra hasta la Luna", explica Carey Lisse, astrofísico de la Universidad Johns Hopkins.
El núcleo de Siding Spring tiene unos 700 metros de diámetro, un tamaño modesto para un cometa, y pasará junto a Marte a 56 kilómetros por segundo -o 200.000 kilómetros por hora-. Su alta velocidad respecto al planeta rojo se debe a que el cometa y el planeta circulan alrededor del Sol en direcciones contrarias.
A pesar de que la NASA no espera que el volido impacte contra el planeta, el rastro de polvo y gas que este dejará podría dañar la flota de naves espaciales en la órbita de Marte.
"Marte estará a la derecha en el borde de la nube de escombros, por lo que podría encontrarse con algunas de las partículas – o tal vez no" dijo Rich Zurek, científico jefe del Programa de Exploración de Marte del Laboratorio de Jet Propulsion de la NASA.
Sólo para estar seguros, la NASA moverá el orbitador Mars Odyssey, Mars Reconnaissance Orbiter (MRO), y el nuevo Atmósfera de Marte y Evolución Volátil (MAVEN) al otro lado del planeta para ponerles a salvo de los cometas.
"Sólo se necesita un fragmento de medio milímetro de tamaño viajando a 56 kilómetros por segundo para dañar una de estas naves espaciales", dijo Don Yeomans, director del Near Earth Object Program Office en un video de la NASA.
"Vamos a esconderlos detrás de Marte", dijo Rob Lock, de la Oficina del Programa de Estudios Orbiter de Marte. "Algo así como meterse bajo el escritorio durante un terremoto".
Siding Spring es un cometa virgen, que nunca antes se ha aproximado al Sol y que por lo tanto no ha sido remodelado por el calor de la estrella.
Procede de la nube de Oort y ha tardado alrededor de un millón de años en llegar a la región de los planetas.
Su encuentro con Marte ofrece a los astrónomos la posibilidad de estudiar por primera vez el núcleo de un cometa de este tipo.
La nave Maven, la última de la NASA que ha llegado a Marte, está diseñada para estudiar la atmósfera superior del planeta y podrá aportar valiosos datos sobre su interacción con el cometa.
Otras cinco naves de la NASA, así como la europea Mars Express y la india Mangalyaan, se unirán al estudio del cometa, así como los todoterreno marcianos Opportunity y Curiosity.
Sin embargo, ninguno de ellos va equipado con cámaras para fotografiar el cielo del planeta rojo, por lo que no se esperan imágenes espectaculares del paso de Siding Spring.
La NASA también ha reclutado a su flota de telescopios espaciales, encabezados por el Hubble, para captar imágenes y registrar datos del encuentro del planeta con el cometa.
Desde la Tierra, completarán las observaciones cientos de telescopios que estarán mirando hacia Marte.
"Es una oportunidad fantástica para estudiar el cometa y cómo interactúa con Marte", dijo Steve Kelly, científico de la NASA.
En particular, los astrónomos esperan poder analizar la composición del cometa y comprobar si el material que se desprende de su núcleo tiene algún efecto en la atmósfera de Marte.
Pero, debido a que Marte se encuentra a unos 240 millones de kilómetros de nuestro planeta (1,6 veces más lejos que el Sol) y que el cometa brilla poco (con una magnitud de 11), los aficionados a la astronomía sólo podrán seguir el espectáculo si disponen de un telescopio relativamente potente.
En enero del año pasado, al descubrir al cometa Siding Spring y hacer los primeros cálculos de su trayectoria, los astrónomos quedaron boquiabiertos, pues el astro iba directo a Marte.
El 19 de octubre, el planeta y el cometa coincidirían a la misma hora en un mismo punto de sus órbitas. A la espera de afinar los cálculos de la trayectoria del cometa, que aún tenían un amplio margen de error, la colisión parecía probable. Todo un espectáculo que los dos todoterreno y los siete satélites que las agencias espaciales tienen en Marte iban a poder observar desde la primera fila.
Los cálculos realizados en las semanas siguientes, a medida que se obtuvieron más datos sobre la posición del cometa que abarcaban un periodo más largo de tiempo, permitieron calcular la trayectoria con más precisión.
Con cada nuevo dato, la posibilidad de una colisión se volvió cada vez más remota y acabó por descartarse por completo. Siding Spring, concluyeron los astrónomos, no dará en el rojo. Pero el paso del cometa junto a Marte sigue ofreciendo una magnífica oportunidad para investigarlo.
"Es un regalo científico", dijo John Grunsfeld, director adjunto de ciencia de la NASA, en un comunicado. "Este cometa no ha entrado nunca antes en el sistema solar interior, por lo que aportará nuevos datos sobre los primeros días de nuestro sistema solar".
Según los últimos cálculos de la trayectoria, el cometa pasará mañana a las 13:27 horas (tiempo del centro de México) a unos 139.000 kilómetros de la superficie de Marte. Aunque esta distancia pueda parecer un abismo a escala humana, es apenas un suspiro a escala cósmica. Equivale a poco más de un tercio de la distancia de la Tierra a la Luna.
"Este cometa aparece tan cerca de Marte que, si lo pusiéramos en nuestro sistema, su cola se extendería desde la Tierra hasta la Luna", explica Carey Lisse, astrofísico de la Universidad Johns Hopkins.
El núcleo de Siding Spring tiene unos 700 metros de diámetro, un tamaño modesto para un cometa, y pasará junto a Marte a 56 kilómetros por segundo -o 200.000 kilómetros por hora-. Su alta velocidad respecto al planeta rojo se debe a que el cometa y el planeta circulan alrededor del Sol en direcciones contrarias.
A pesar de que la NASA no espera que el volido impacte contra el planeta, el rastro de polvo y gas que este dejará podría dañar la flota de naves espaciales en la órbita de Marte.
"Marte estará a la derecha en el borde de la nube de escombros, por lo que podría encontrarse con algunas de las partículas – o tal vez no" dijo Rich Zurek, científico jefe del Programa de Exploración de Marte del Laboratorio de Jet Propulsion de la NASA.
Sólo para estar seguros, la NASA moverá el orbitador Mars Odyssey, Mars Reconnaissance Orbiter (MRO), y el nuevo Atmósfera de Marte y Evolución Volátil (MAVEN) al otro lado del planeta para ponerles a salvo de los cometas.
"Sólo se necesita un fragmento de medio milímetro de tamaño viajando a 56 kilómetros por segundo para dañar una de estas naves espaciales", dijo Don Yeomans, director del Near Earth Object Program Office en un video de la NASA.
"Vamos a esconderlos detrás de Marte", dijo Rob Lock, de la Oficina del Programa de Estudios Orbiter de Marte. "Algo así como meterse bajo el escritorio durante un terremoto".
Si no puedes ver el vídeo da clic aquí
Siding Spring es un cometa virgen, que nunca antes se ha aproximado al Sol y que por lo tanto no ha sido remodelado por el calor de la estrella.
Procede de la nube de Oort y ha tardado alrededor de un millón de años en llegar a la región de los planetas.
Su encuentro con Marte ofrece a los astrónomos la posibilidad de estudiar por primera vez el núcleo de un cometa de este tipo.
La nave Maven, la última de la NASA que ha llegado a Marte, está diseñada para estudiar la atmósfera superior del planeta y podrá aportar valiosos datos sobre su interacción con el cometa.
Otras cinco naves de la NASA, así como la europea Mars Express y la india Mangalyaan, se unirán al estudio del cometa, así como los todoterreno marcianos Opportunity y Curiosity.
Sin embargo, ninguno de ellos va equipado con cámaras para fotografiar el cielo del planeta rojo, por lo que no se esperan imágenes espectaculares del paso de Siding Spring.
La NASA también ha reclutado a su flota de telescopios espaciales, encabezados por el Hubble, para captar imágenes y registrar datos del encuentro del planeta con el cometa.
Desde la Tierra, completarán las observaciones cientos de telescopios que estarán mirando hacia Marte.
"Es una oportunidad fantástica para estudiar el cometa y cómo interactúa con Marte", dijo Steve Kelly, científico de la NASA.
En particular, los astrónomos esperan poder analizar la composición del cometa y comprobar si el material que se desprende de su núcleo tiene algún efecto en la atmósfera de Marte.
Pero, debido a que Marte se encuentra a unos 240 millones de kilómetros de nuestro planeta (1,6 veces más lejos que el Sol) y que el cometa brilla poco (con una magnitud de 11), los aficionados a la astronomía sólo podrán seguir el espectáculo si disponen de un telescopio relativamente potente.
con información de fuentes
lavanguardia.com | cnn.com
Comentarios
Publicar un comentario
Cuentame... ¿Que te ha parecido esto?