Tras 10 años servicio en la WEB, el portal de música y streaming, Grooveshark, dejó de funcionar...
De acuerdo al portal Hipertextual, Thomas P. Griesa, en Argentina, es un viejo conocido no demasiado querido.
En cuanto a mi, debo confesar que me tomó por sorpresa, pues tenía una cuenta en ese servicio, un lamentable perdida, pues permitía compartir, algo bueno con ustedes, la música...
En el transcurso de los días daremos de baja los links que los llevaban a este sitio web.
Seguro te es familiar el nombre de Grooveshark, y es que antes de Spotify, era un servicio muy popular.
En aquel entonces la startup tenía más de 35 millones de usuarios registrados que podrían reproducir una canción en cualquiera de sus dispositivos dónde y cómo quisieran totalmente gratis.
El problema era que no tenía acuerdos con las discográficas, lo que les causó problemas legales desde que comenzaron a operar.
Y es que, tras más de 6 años de lucha en los juzgados, Escape Media, propietaria de Grooveshark, se rinde ante los gigantes de la industria musical. Bajo un acuerdo con Sony Music, Warner Music y Universal Music, Escape Media ha cerrado su página web, borrado sus aplicaciones, servidores, sus redes sociales y pedido disculpas públicamente a la industria.
La semana pasada, un juez del Tribunal de Distrito de Estados Unidos declaró al jurado que Escape Media podría ser responsable de hasta $736 millones en daños y perjuicios tras perder uno de los casos relativos a sus violaciones de los derechos de autor.
Bajo los términos del acuerdo, Escape Media no tendrá que pagar nada a las grandes firmas, pero tendría que pagar $75 millones de dólares si llegan a violar los términos del acuerdo.
El problema está claro: ganaban dinero mediante publicidad y suscripciones usando música que no les pertenecía.
Escape Media alegaba que son un servicio como YouTube, donde los usuarios eran los que subían canciones a sus servidores sin el consentimiento previo de la compañía, lo que les podría proteger por el Digital Millennium Copyright Act.
El juez Thomas P. Griesa no coincidió con esa percepción del servicio, ya que ha sido fácilmente demostrable que los administradores del servicio eran responsables de subir a la plataforma miles y miles de canciones. Canciones que no tenían, obviamente, derecho a subir. Como resultado, en septiembre, Griesa declaró a los dos co-fundadores directamente e indirectamente responsables de infringir las leyes de copyright de nueve grandes discográficas.
Aun así, esta batalla ha sido librada como parte de una guerra ya ganada. Las discográficas están empleándose ahora en una mucho más grande. Una batalla contra los servicios legales que sirven música en streaming, no los ilegales, Spotify y YouTube.
Los sellos discográficos pretenden que toda música sea pagada y se intenten eliminar el servicio gratuito por publicidad.
Al respecto la RIAA (Recording Industry Association of America) declaró: "Esta es una victoria importante para los artistas y toda la industria de la música. Durante mucho tiempo, Grooveshark construyó su negocio sin compensar adecuadamente a los artistas, compositores y todos los que hacen la buena música posible. Este acuerdo pone fin a una de las principales fuentes de actividad infractora".
En el sitio WEB de Grooveshark se puede leer un mensaje, en el que ofrecen disculpas e incluso promueven el uso de sitios como Spotify, Google Play entre otros:
De acuerdo al portal Hipertextual, Thomas P. Griesa, en Argentina, es un viejo conocido no demasiado querido.
En cuanto a mi, debo confesar que me tomó por sorpresa, pues tenía una cuenta en ese servicio, un lamentable perdida, pues permitía compartir, algo bueno con ustedes, la música...
En el transcurso de los días daremos de baja los links que los llevaban a este sitio web.
con información de Hipertextual y TorrentFreak
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